Todos los productos consumen recursos y tienen un impacto ambiental. La sostenibilidad no es sólo una cuestión de la materia prima utilizada, sino que también depende de factores como el uso en la aplicación del cliente, la vida útil y las opciones al final de la vida útil. Una evaluación exhaustiva de estos aspectos a lo largo de todo el ciclo de vida (Análisis del Ciclo de Vida) es esencial para evaluar la sostenibilidad real de un producto. Hemos establecido un proceso interno de ACV que cumple las normas pertinentes y ha sido verificado con éxito por una empresa auditora independiente.
Cuando se consideran los productos desde el punto de vista ecológico a lo largo de todo su ciclo de vida, surge la pregunta: ¿Qué hace que un producto sea sostenible?
Según el Deutsches Institut für Normung (Instituto Alemán de Normalización), un producto respetuoso con el medio ambiente es aquel que cumple las prestaciones exigidas al consumidor en comparación con los productos convencionales, pero utiliza menos recursos en su producción, uso y eliminación y tiene menos impacto en el medio ambiente. A este respecto, hay que tener en cuenta la vida útil del producto.
El uso de recursos está asociado a emisiones y otros impactos medioambientales. Considerar estos impactos ambientales en cada etapa del ciclo de vida forma parte de una evaluación ambiental holística.
La consideración ecológica comienza con la selección de la materia prima utilizada al principio del ciclo de vida del producto. Dependiendo del material de origen, hay que tener en cuenta diferentes emisiones e impactos ambientales. De este modo, el uso de materias primas secundarias surgidas de un ciclo de vida anterior del producto es más eficiente desde el punto de vista de los recursos que las materias primas primarias que se extraen de nuevo para la fabricación de un producto.
El origen de las materias primas utilizadas también desempeña un papel, porque cuanto más largas son las distancias, más largas son las rutas de transporte que dejan una huella ecológica importante en nuestro mundo.
Además, el proceso de fabricación influye considerablemente en el impacto medioambiental. Cuanto más intensivos en energía son el procesamiento y la producción, más recursos se consumen y más emisiones se generan.
El uso cuidadoso de los recursos de todo tipo es uno de nuestros principales objetivos. Analizamos y optimizamos continuamente nuestros ciclos de materiales y flujos de energía. Nos centramos en el uso de materias primas sostenibles.
Una parte importante del ciclo de vida de un producto es la fase de utilización. Depende de la vida útil de un producto. Cuanto más duradero sea el producto, menos a menudo habrá que sustituirlo. Además de un uso ininterrumpido, esto también contribuye a ahorrar recursos en forma de piezas de repuesto.
Llevamos más de cien años procesando plásticos para aplicaciones industriales. Basándonos en esta experiencia, sabemos que, por sus propiedades especiales, los plásticos de origen fósil contribuyen a la conservación de recursos en muchas industrias, por ejemplo:
Un uso responsable de los recursos incluye el reciclaje al final del ciclo de vida de un producto. Dependiendo del tipo de material, las posibilidades pueden variar desde el reciclado de materiales, pasando por el procesamiento de materias primas, hasta el reciclado térmico final para la generación de energía.
Los termoplásticos son fáciles de reciclar, ya que pueden triturarse mecánicamente y remodelarse plásticamente dentro de un determinado rango de temperaturas. Muchos de nuestros termoplásticos se reciclan tras su uso y se reutilizan para fines equivalentes.
En los materiales compuestos, separar los distintos materiales compuestos suele suponer mucho esfuerzo y es difícil de conseguir desde un punto de vista económico. No obstante, también en este ámbito se desarrollan constantemente nuevas opciones. En el caso de los plásticos reforzados con fibra de vidrio, por ejemplo, las fibras de vidrio pueden separarse del material compuesto mediante procesos térmicos y utilizarse como material de relleno para otras aplicaciones. Esto significa que nuestros materiales compuestos también pueden servir como materia prima para futuros productos después de su fase de uso.
Las evaluaciones del ciclo de vida (ECV) son una herramienta consolidada para evaluar el impacto ambiental de un producto a lo largo de su ciclo de vida. Ya hemos creado ACV para muchos de nuestros materiales más importantes. La base es un proceso estandarizado de balance de ACV desarrollado internamente y verificado externamente por una empresa auditora independiente. empresa auditora independiente. La verificación confirma la aplicación conforme a la norma y crea transparencia en la preparación de los ACV.