Algunas cosas nos hacen sentir indefensos. Una pandemia mundial, por ejemplo. Pero todos podemos ayudar. Una compañera de Laives muestra lo que una máquina de coser y una bicicleta pueden lograr.
La lucha contra el coronavirus desempeña ahora un papel importante en la vida de Raffaella. Sin embargo, no trabaja como médica ni es viróloga. Originaria de Tirol del Sur, trabaja en Röchling Automotive en Laives. En su tiempo libre, ayuda a detener la propagación del virus y, de esta forma, ayuda a su comunidad.
Ayudar es su afición
Fue en la primavera de 2020 cuando Raffaella se volcó con este tema. Se sentó a su máquina de coser y fabricó mascarillas de tela por las tardes, después del trabajo, y durante los fines de semana. A veces incluso por la noche. En solo unos días ya había fabricado cientos de mascarillas caseras. Raffaella distribuyó sus mascarillas en su comunidad, entre sus amigos y en el hospital de Bolzano.
Sin descanso
El trabajo valió la pena y fue de gran ayuda, especialmente en la fase inicial de la pandemia. El virus nos pilló a todos desprevenidos y las mascarillas pronto se convirtieron en un bien escaso.
Incluso después de varias horas con el sonsonete de la máquina en la cabeza, un descanso era algo inimaginable para Raffaella. Unas semanas más tarde, volvió a ponerse manos a la obra con su iniciativa, en esta ocasión con mascarillas para la Cruz Roja: «No podía tomarme un descanso y hacer como si todo volviese a ser como antes».
3000 euros en donaciones
Y se puso de nuevo con la máquina de coser, pero esta vez a una escala aún mayor. Para la nueva edición de la campaña de mascarillas, había reunido a algunos ayudantes de su comunidad de Bronzolo.
El esfuerzo dio sus frutos. Se recaudaron unos 3000 euros en donaciones. Este dinero se destinó a la Cruz Roja y parte se utilizó para que pudiesen prepararse mejor de cara a futuras operaciones relacionadas con la pandemia. Otra parte fue al proyecto de ayuda a la infancia «8-13». El equipo incluso recibió cartas de agradecimiento del primer ministro Giuseppe Conte y de Arno Kompatscher, presidente de la provincia autónoma de Bolzano.
Apoyo deportivo
En esos momentos el marido de Raffaella sintió curiosidad por la iniciativa. Saverio es también uno de nuestros compañeros de Laives. Es conocido en el ambiente ciclista por sus aventuras, a veces extremas. Saverio quería aprovechar su popularidad para esta buena causa.
Así que se le ocurrió un nuevo desafío: Saverio condujo su bicicleta durante 1000 kilómetros sin interrupciones, 25 horas de un tirón. Y además, cumpliendo con la normativa contra el coronavirus: sin salir de casa. Muchos de sus fans siguieron la «carrera de recaudación de fondos» en línea, recaudando otros 1000 euros.
Raffaella está muy satisfecha con el resultado de su campaña: «Un total de 4000 euros en donaciones y bastantes mascarillas. Resulta difícil de creer. Pudimos ayudar a los niños y apoyar a la Cruz Roja. Incluso en estos tiempos difíciles». Y todo ello con una máquina de coser, una bicicleta y muchas manos dispuestas a ayudar.
¡Muchas gracias por todo este esfuerzo!