Los componentes estructurales pueden sustituirse por materiales mejorados, como inserciones metálicas o fibras continuas, para aumentar la rigidez, la resistencia y la resistencia a los impactos. Esta tecnología no solo se utiliza para aplicaciones de carrocerías en bruto y baterías, sino que también está destinada a mejorar toda la gama de productos. Otra ventaja es la integración de funciones, en la que se combinan varios componentes en uno solo, lo que reduce el peso y los costes.
Un estudio de caso demostró que podemos sustituir un componente de magnesio fundido a presión en un vehículo de gama alta por un producto más ligero y resistente. Nuestra tecnología se puede adaptar a diferentes aplicaciones, en función de sus necesidades.