Las carcasas de aluminio han demostrado su eficacia, pero existen alternativas más ligeras y rentables que pueden reducir el potencial de calentamiento global (GWP) del componente. Röchling desarrolla carcasas fabricadas con compuestos plásticos y metálicos puros o híbridos para la electrónica de potencia en la industria automovilística. Estas carcasas protegen los componentes de las influencias ambientales, garantizan una gestión térmica eficiente, proporcionan blindaje EMI y evitan el contacto con componentes de alta tensión. También facilitan el montaje y la integración en sistemas de nivel superior.